El mejor bálsamo labial es este con aceite de ricino que adoran las neoyorquinas
Atesorar 17 bálsamos labiales en el cuarto de baño atenta contra cualquier regla minimalista que busque tener una vida más sostenible en todos los aspectos (incluido el emocional). Pero el armario de una editora de belleza, por deformación profesional y curiosidad personal, no suele ser minimalista. Al fin y al cabo, forma parte de nuestro trabajo probar y experimentar con todo aquello de lo que hablamos en nuestros artículos (y con lo que no hablamos). Pero en el caso concreto de los bálsamos hidratantes para los labios, suele ser bastante generalizado tener varios, repartidos entre el cuarto de baño, la mesilla de noche y el bolso. Y no, no es un hábito propio de las expertas en belleza, sino de casi todo el mundo. Son productos de primer necesidad beauty. De hecho, conozco a amigas que han salido de casa sin bálsamo y al atisbar todo el día sin la posibilidad de hidratarse los labios han decidido comprarse uno nuevo y sumarlo a la lista. Y también son uno de esos productos que se han convertido en el foco actual de muchas marcas de belleza que no paran de lanzar nuevos bálsamos (muchos con color). Y en la mayoría de los casos con una estética que entra por los ojos y que nos hace picar por tener un precio menos elevado que otros cosméticos, lo que también los convierte en la puerta de entrada para conocer una marca. En mi caso se suma, además una tendencia general a la deshidratación de labios (que se ha incrementado al cumplir los 40), una obsesión concreta por probar todos los que pasan por mis manos.
Contextualizado el titular (y el hechos de atesorar una cantidad tan elevada de bálsamos labiales) hablemos del que se ha convertido en mi favorito y en el de un séquito de otras tantas editoras de belleza, beauty junkies y consumidoras de todo el mundo (a las reseñas honestas de la red nos remitimos). Hablamos del mítico Balm Dotcom de Glossier (esa marca que inició la era de la belleza bonita cuando aún no existía TikTok e Instagram era algo emergente). Un producto de culto lanzado en 2014 que se vende como churros (uno cada 20 segundos, según la marca) y que adoran especialmente las neoyorquinas (no en vano, fue en la Gran Manzana donde empezó el fenómeno alrededor de esta marca creada por la que fuera estilista de Vogue, Emily Weiss). Ahora mismo en redes sociales se pueden ver vídeos hipnóticos en los que su cremosidad, el packaging y los colores (porque 9 versiones, con y sin color) llaman la atención. Pero como experta en esta tipología de productos –he probado muchos bálsamos de culto y clásicos que nunca fallan– puedo prometer y prometo que este es el mejor de todos los que tengo ahora en mi cuarto de baño.
Los beneficios del aceite de ricino para los labios
Hemos oído en muchas ocasiones que la piel de los labios es más fina que la del resto del rostro. Y es así, pero tal y como nos contó Carmen Navarro, también tiene una capacidad de regeneración mayor (4 veces más intensa que el resto) pero también el riesgo de deshidratarse debido a la actividad intensa que tiene durante el día. Por eso, usar varias veces al día un bálsamo hidratante (sin excederse en su aplicación) es necesario. Hay muchos agentes hidratantes, pero en este caso la presencia de aceite de ricino (junto con cera de abejas) hace que sea un producto especialmente hidratante. Y no, el aceite de ricino no solo ayuda a que el pelo crezca sano, sino que es un excelente agente hidratante. Ya nos lo explicó la doctora Elena Martínez, de Clínica Pilar de Frutos, cuando hablamos de este ingrediente. “El aceite de ricino es un componente rico en ácidos grasos, además de contener estructuras lipídicas, rico en vitamina E. Aporta hidratación sobre la piel dando un aspecto más jugoso e hidratado”, contaba.
¿Cuántas veces al día hay que ponerse bálsamo labial?
Pese a que hay unos cuanto mitos que sugieren que usar mucho bálsamo de labios puede crear efecto rebote, los expertos de Slow Life House nos confirmaron hace tiempo que se debería usar bálsamo cada vez que los labios lo pidan, sin necesidad de mantenerlos secos o cortados por miedo a un exceso de hidratación. Y nos confirmaron también que el truco de usar bálsamo por la noche como una mascarilla permite incrementar la eficacia de los tratamientos porque se deja reposar durante horas sin a interrumpe de agentes externos.
