Tengo el pelo más brillante y menos encrespado desde que me lo cepillo cada noche (con el cepillo más famoso del mundo)

Tengo el pelo más brillante y menos encrespado desde que me lo cepillo cada noche

Uno de los mejores trucos que existen para tener un pelo brillante, menos encrespado y más sano es cepillarlo con regularidad (y de la forma correcta). Lo dijo Philip B, el afamado gurú capilar que contó que la mismísima Madonna le pidió ayuda con su oxigenada melena en los 80 –él apostaba por cepillarlo cada noche, dando entre 10 y 20 pasadas–. Y era uno de los claims de las primeras campañas de Mason Pearson, la mítica firma inglesa creadora en 1885 de los conocidos como ‘los Rolls-Royce de los cepillos’. “Cepilla tu pelo, de lo contrario perderá su belleza”, rezaba ese eslogan que calificaba el cepillado frecuente como “el mejor tratamiento que se le puede dar a tu melena”. No les faltaba razón. Las bondades de un buen cepillado nos las han confirmado en diversas ocasiones muchos expertos en materia capilar a lo largo y ancho de todos los artículos que hemos escrito al respecto. Y no solo porque elimina impurezas y activa la circulación sanguínea, sino porque, tal y como nos explicó en cierta ocasión María Baras, “al cepillar las cutículas en la misma dirección, hacia abajo, el pelo queda más pulido y con más brillo”.

Como editora de belleza por profesión y ‘friqui’ del cabello por devoción, el cepillado de pelo es algo que he tenido siempre muy presente en mis rutinas. Pero el hecho de que cayera en mis manos uno de los grandes objetos de deseo para las aficionadas a todo lo que tenga que ver con el pelo –sí, me refiero a uno de los míticos cepillos de Mason Pearson– hizo que cumpliera este gesto con regularidad absoluta (y devoción ídem). Dos o tres veces al día (siempre por la mañana y por la noche) y cumpliendo el ritual que marcan los expertos: empezar por las puntas, subir a medios y terminar en la raíz. El resultado de este gesto practicado de forma casi religiosa no tardó en llegar: pelo más brillante y menos encrespado.

El fenómeno de los cepillos Mason Pearson

Tras este particular manifiesto en favor del cepillado de pelo, toca centrarse en las bondades de uno de los cepillos que más titulares ha protagonizado en materia capilar, sobre todo valorando si merece la pena la inversión (dependiendo del modelo, su precio oscila entre los 115 y 330 euros). Si hablamos del hype que generan los cepillos de Mason Pearson, hay varios datos curiosos que alimentan el fenómeno. Por un lado, el largo elenco de celebs que los usan con anécdotas familiares incluidas: Kim Kardashian, Kate Moss, Kate Middleton y Jenna Ortega son algunas de ellas, pero quizá la que mejor haya expresado su amor por él haya sido Phoebe Dynevor en su Beauty Secrets para esta cabecera. “Recuerdo a mi abuela cada vez que uso este cepillo. Durante mi adolescencia ella me regaló uno todos los años por Navidad. Y yo los perdía siempre. Estaba en la edad del pavo, pero ahora lo cuido de verdad”, contaba mientras cepillaba con uno su hipnótica melena.

Por otro lado están todos los estilistas que han alabado sus bondades y lo llevan usando varios años en el backstage (Guido Palau y Jen Atkin son algunos de ellos). Y también el hecho de que hasta haya parecido en El diablo de viste de Prada, en esa mítica escena en la que el personaje de Anne Hathaway saca del bolso varias cosas y regala un Mason Pearson a sus amigos (jo, qué suerte). El caso es que estos cepillos para los que se necesitan 18 fases durante su creación (con selección manual de las cerdas que usan para fabricarlos) son un icono en la industria de la belleza. Y un top ventas en las plataformas y tiendas donde se venden. De hecho, desde jcApotecari, el distribuidor oficial en España de esta marca, nos confirman que son un absoluto bestseller y en cuanto los reponen “duran poco en nuestras estanterías. Nos vienen clientes de todo el mundo buscando solo el Mason Pearson”, dicen.

¿Merece la pena la inversión?

Para entender el fenómeno de esta marca de cepillos creada en 1885 por un ingeniero que desarrolló y patentó el que fuera el primer cepillo neumático que permitía un cepillado más suave y flexible –podríamos decir que Mason Pearson fue el Dyson de los cepillos de finales del siglo XIX– hay que pensar a medio-largo plazo. Aunque de forma inmediata se aprecia el brillo que aporta a la melena y su capacidad para reducir el encrespamiento –Anna Arbós, alma mater de Glow by Anna, afirma que “hace magia”–, para entender que haya tanta gente queriendo invertir en un cepillo de más de 100 euros hay que pensar a futuro. Por un lado, el hecho de que proporciona un cepillado suave y efectivo que permite distribuir los aceites naturales del pelo (sin engrasar, lo llaman ‘efecto acondicionador’) para aportar un lustre muy particular al instante. Pero el masaje en el cuero cabelludo que provoca (doy fe, es bastante diferente al que se puede conseguir con otros cepillos), no solo es placentero, sino que permite activar la circulación sanguínea del folículo piloso con todo lo que eso implica para el buen crecimiento del pelo. Si a eso sumamos que es un artículo de lujo fabricado para durar muchos años e, incluso, pasar de generación en generación –“En jcApotecari lo vendemos desde 2010 y tenemos muchos clientes que lo compraron entonces y que siguen utilizando el mismo a día de hoy. Es un claro ejemplo de que se puede comprar menos y mejor”, nos explican desde esta tienda especializada en perfumería nicho–, se entiende el fenómeno y la inversión. Y para quien quiera iniciarse en sus bondades, siempre queda la opción, tal y como dicen muchas de sus fieles en TikTok, de comprar la versión de bolsillo y cepillar el cabello siempre que se enrede. Al fin y al cabo, no es solo un cepillo, sino lo más parecido a un tratamiento capilar.



Ver fuente

Farándula y Moda

Entrada siguiente

20 AÑOS SIN EL GRAN RICK JAMES, EL PRINCE ORIGINAL

Mar Ago 6 , 2024
Comparte en tus redes sociales Escucha Prince en Amazon Music Unlimited (ad) Rick James inventó un nuevo “funky”, introdujo el “crack” en Hollywood, estuvo en la fiesta en que mataron a Sharon Tate, fue un esclavo del sexo e incluso Prince copió su música. En agosto de 2004 Rick James […]

Puede que te guste