La espuma de ducha más deseada del mundo es de Rituals
Desde hace unos años –sobre todo, desde el confinamiento–, los productos de belleza adquirieron un nuevo estatus: el skincare se hizo autocuidado y la ducha se convirtió en un ritual de culto. Pero entre todos los jabones, exfoliantes, champús y cremas corporales a los que hemos asignado un nuevo significado en la categoría de cuidado personal, un producto en particularse ha erigido como el más deseado del mundo (uno de ellos, al menos), y es The Ritual of Sakura Foaming Shower Gel, de Rituals. Desde la marca aseguran que se vende 1,4 veces por segundo en todo el planeta. Lo cierto es que, en el universo de la cosmética sensorial, pocos cosméticos despiertan un furor como este gel de ducha que parece nata montada, huele a flor de cerezo y convierte la rutina más anodina en un ritual placentero.
Pero no hablamos de un gel de ducha cualquiera: posee una textura aérea, que aparece con un pump del dosificador y se esponja en la mano como si se transformara en algodón de azúcar. Al contacto con el agua, The Ritual of Sakura Foaming Shower Gel, de Rituals, se convierte en una mousse generosa que cubre la piel con suavidad —y lo hace sin apelmazar, sin resecar, sin dejar residuos–. Como resultado, deja el cuerpo hidratado, flexible, ligeramente perfumado y con una sensación de limpieza y bienestar.
¿Y a qué huele exactamente The Ritual of Sakura?
A flores de cerezo y leche de arroz. Pero no esperes algo empalagoso: es un aroma limpio, fresco, con ese punto de dulzura delicada que no empacha ni abruma. Lo justo para que, al salir de la ducha, sientas que hueles ‘a ti’, pero mejor. “Para The Ritual of Sakura, cogimos ingredientes como la leche de arroz y la flor de cerezo, que se usan muchísimo en Japón, y los combinamos en una fragancia maravillosa que ahora caracteriza una de nuestras líneas más vendidas”, nos dijo Raymond Cloosterman, CEO y fundador de Rituals, en una entrevista.
Una fórmula que respeta la piel (y la nariz)
Además del placer sensorial, hay ciencia cosmética detrás. La fórmula está enriquecida con leche de arroz, conocida por sus propiedades suavizantes, y flor de cerezo, símbolo de la renovación en la cultura japonesa. No contiene jabón, no reseca, y es apta incluso para pieles sensibles. Bonus: el envase es reciclable y tiene recarga disponible, lo que siempre se agradece, aunque los envases recargables sean aún la asignatura pendiente de los consumidores.
¿El secreto de su éxito? El efecto ritual.
Puede que la espuma sea un placer táctil y el olor te transporte, pero lo que verdaderamente engancha es la sensación de cuidado diario convertido en lujo accesible; un producto que proporciona una experiencia spa en tu propia ducha. Y eso, en tiempos de prisas, estrés y agendas imposibles, no tiene precio. Como dice Cloosterman, el creador de Rituals, “quería crear una marca que transformara rutinas en pequeños rituales para reconectar con la felicidad de las pequeñas cosas.”
Por eso no sorprende que este sea uno de los productos más vendidos de Rituals en el mundo, que tenga un ejército de fans leales (en TikTok, Instagram y en cada grupo de amigas) y que cada vez más personas incluyan la espuma de flor de cerezo en su rutina de ducha, como quien se hace un favor a sí misma antes de que arranque el día. Y, como dato, si se venden más de 120.000 unidades al día en el mundo, es porque funciona.
The Ritual Of Sakura Foaming Shower Gel, de Rituals
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