No empezó con muy buen pie su andadura Miranda Hobbes en And Just Like That. Pocos entendían qué le había pasado al personaje de Cynthia Nixon que en las seis temporadas de Sexo en Nueva York había llegado a lo más alto como abogada y había navegado un mundo de las citas en el que no había tenido el más mínimo problema en darle la patada a quienes no le interesaban. Y pasaron 25 años, Miranda se hizo mayor y empezó a tomar una serie de cuestionables decisiones en lo que respecta al amor. La salida del armario del personaje, pasados los 50, no hizo sino acentuar la idea que muchos tenían de que se estaba reduciendo al personaje a una caricatura de lo que un día fue. Afortundamente, tres temporadas después –la tercera se encuentra ahora mismo en emisión en HBO– , parece que quien fuera nuestra cínica favorita vuelve poco a poco a ser lo que era. Ya no se asusta hasta de su sombra, disfruta de un trabajo en Human Rights Watch y se atreve a pedir lo que necesita.
La primera temporada de And Just Like That arrancaba a modo de presentación de los tres personajes de la serie original que todavía quedaban. Mucho ha llovido desde que se emitieran las dos películas de Sexo en Nueva York en los cines que siguieron a la serie y era más que necesaria la explicación de la evolución de las tramas de cada una de las chicas. En el caso de Miranda, el arranque del revival estallaba con su ruptura definitiva con Steve, el hombre con el que se decidió a dejar atrás todos sus prejuicios, tener un hijo, comprarse una casa en Brooklyn, casarse… Es decir, Miranda hizo todo lo que estaba en su mano para encajar en la norma, pero la norma no estaba hecha para ella. El personaje de David Eigenberg, sordo y avejentado de más para la edad real del actor, no tuvo una de las salidas más dignas y es imposible no sentir cierta lástima cuando se le vio mirando por una última vez con arrobo a quien fuera el amor de su vida.
La abogada comenzaba tras su divorcio un errático camino en su búsqueda del amor, pero hay que tener cuidado con lo que se desea. Por delante pasó Che Díaz, el primer personaje no binario del universo Sexo en Nueva York, y Miranda cayó rendida ante los encantos de quien se dedicaba a los monólogos de stand up, la defensa de los modelos relacionales y afectivos no tradicionales y al activismo LGTBIQ+. Y quizá lo de pasar de cero a cien en tan poco tiempo no fue lo mejor para el personaje, pero, además, Che Diaz pasó a ser el foco de todos los odios hacia una serie cuestionada desde el primer minuto. El personaje interpretado por Sara Ramírez no pegaba en las vidas pijas de Carrie, Charlotte y Miranda ni con cola y resultaba profundamente irritante. Así que, tras un par de temporadas, salía definitivamente de And Just Like That. No hay nadie que no se alegrara de esa decisión.