Tratamientos de keratina y otros alisados respetuosos con el pelo
Más que la exposición solar o el impacto del cloro o la sal, los tratamientos de alisado capilar tradicionales se habían convertido en el principal enemigo del cabello en verano. “Antes se formulaban con formol, que ahora está prohibido por normativa de la Unión Europea”, explica el estilista Moncho Moreno. “Se llamaban de mil maneras, pero usaban siempre la misma tecnología: entrar en la médula de la fibra capilar y romperla, porque es la única forma de que funcionen. Y una vez rota no hay vuelta atrás; lo único, dejar crecer el pelo y mucha hidratación y nutrición para recuperarlo”, añade el experto.
Por suerte, “han evolucionado mucho. Destrozaban el cabello, pero ya no llevan ingredientes tan agresivos”, aclara el director del célebre salón madrileño. Impulsados por los avances tecnológicos y una creciente concienciación sobre el cuidado del cabello, los nuevos alisados han pasado de dañarlo en extremo a tratarlo, sin mermar demasiado la calidad del resultado.
Los nuevos tratamientos de keratina, softing, ácido hialurónico…
Un ejemplo perfecto de esta nueva generación de tratamientos es la Enzimoterapia, el más exitoso de Maison Eduardo Sánchez (Madrid), que hidrata, suaviza y mima la fibra capilar tanto que se recomienda someterse a él dos veces al año: antes y después del verano. Se trata de una suerte de alisado orgánico y personalizable, dos aspectos que comparte con el Softing que se practica en el salón de Gabriel Llano, así como con el Alisado Mágico que arrasa en Moncho Moreno –con colágeno y ácido hialurónico–; o BMAG, el tratamiento reestructurante a base de cacao que incorporan los salones Llongueras.
Como señala Joao Soarez, estilista de Maison Eduardo Sánchez, “el universo de la peluquería se ha inspirado en el boom de la medicina estética”. De ahí que el tratamiento alisador preferido por las clientas de Salon Yöy (Madrid) sea Botulínica, que devuelve las proteínas al cabello y rellena de forma inteligente sus zonas más débiles, y que en Le Salon Barcelona apuesten por el Colágeno Alisador, a base de aminoácidos de origen vegetal, que también se adhieren a la fibra.
Con semejante variedad, resulta fácil perderse. “Hay un poco de confusión en el sector; no siempre se recomienda a la clienta lo que su pelo necesita de forma individual”, advierte Joao Soarez. “Muchas veces no se acaba de obtener lo que se quiere, por eso lo ideal es consultar al peluquero. En el salón veo muchas chicas que vienen con un tratamiento hecho cuyo ph no es compatible con el tipo de mecha que desean realizarse, por ejemplo. De este modo, es importante hablar largo y tendido sobre el efecto deseado, siendo realistas”, recomienda Gabriel Llano.
Efectos secundarios de los alisados capilares
Aunque el tratamiento elegido sea el más adecuado, es preciso asumir algunas desventajas de los alisados tradicionales (por suerte, nada grave ni permanente). “En ocasiones, el cambio en los productos de cuidado capilar tras un alisado provoca más acumulación de sebo, pues los productos sin sulfatos tienen menos capacidad de limpieza. Hay que tener en cuenta que el pelo rizado tiende a ser más seco que el liso. Además, es habitual sentir una pérdida de volumen las primeras semanas tras el alisado, pero es algo que se normaliza con el paso del tiempo”, expone la doctora Virginia Velasco, responsable de la unidad de tricología de la Clínica Dr. Morales Raya.
En cuanto a la caída o los brotes de dermatitis seborreica, la tricóloga no los relaciona directamente con estos procedimientos, “aunque hay que tener en cuenta que si realizamos tratamientos agresivos para la fibra capilar con mucha frecuencia, el cabello se puede dañar. Por este motivo, es muy importante elegir aquellos que sean respetuosos con el cabello, evitar las herramientas de calor de forma cotidiana y seguir las recomendaciones posteriores”, aconseja. Entre esas directrices, Velasco destaca evitar champús con ph alto o de limpieza profunda (con sulfatos o detergentes) para prolongar el alisado, y aportar hidratación extra con acondicionador diario y mascarilla frecuente en los lavados.
Nuevos tipos de tratamiento: la taninoplastia
“La taninoplastia es un tratamiento de origen totalmente natural, muy en la línea de la filosofía del salón. Nos ayuda a eliminar el encrespamiento que tan poco nos gusta y, además, deposita en el cabello activos esenciales, rellena las fisuras de la fibra capilar y aporta sales minerales que, entre otras cosas, nos devuelven la hidratación al cabello”, explica Quique Sánchez, director creativo de Espacio Q —salón de peluquería madrileño que acaba de celebrar el décimo aniversario de su apertura en la capital—. “Es la alternativa ideal a los alisados como el que nos proporcionan las keratinas y otros tratamientos químicos”, continúa explicando el experto. Con la taninoplastia, según explica Sánchez, el cabello no quedará totalmente liso si lo dejamos secar al aire, mientras que si aplicamos una herramienta de calor conseguiremos un alisado similar al de los tratamientos de keratina, pero con un aspecto más natural y reflejando más brillo. Hablamos con el hair artist sobre las bondades de esta técnica.
¿Cuánto dura, y para quién estaría recomendado?
“Tiene una duración de unos 4 o 5 meses. Es un tratamiento de origen orgánico que se va con los lavados, así que una vez al año lo podemos hacer perfectamente. En cuanto a quién podría hacérselo, se puede aplicar a todo tipo de cabellos, pero especialmente lo hacemos en cabellos ligeramente ondulados o rizados que además presentan encrespamiento”.
¿Cuál es su paso a paso?
“Es un tratamiento bastante laborioso que requiere de unas 3 horas aproximadas para llevarlo a cabo en salón: se aplican las diferentes fases del tratamiento, se plancha con meticulosidad para activar la molécula principal y sellar bien la cutícula, se vuelve a lavar y finalmente se seca por completo”.
¿Dónde y cuándo hacerlo?
«La demanda por la taninoplastia crece cuando se acerca el buen tiempo. Sobre todo por el hecho de que elimina el encrespamiento, que en la época de piscina y playa se acentúa, por lo que es perfecto para la temporada de verano antes de las vacaciones. Además, es compatible con tratamientos de color. Por ejemplo, al día siguiente de habernos hecho la taninoplastia nos podemos teñir sin problema».
¿Cuál es su precio medio?
“El precio medio son 300 euros”.