Al catálogo de mutaciones balompédicas habrá que agregar la de Dominik Szoboszlai, que de fino centrocampista ha pasado a melenudo lateral de medias caídas. En el trayecto no ha perdido el buen que siempre ha tenido para los tiros lejanos y el balón parado, así que en Anfield, en la recta final de un partido entre Liverpool y Arsenal que caminaba hacia el empate, embocó un libre directo con un golpeo de empeine interior que se coló como una exhalación tras golpear en el palo. “Los he metido mejores”, dijo al final. David Raya intuyó el truco del mago, pero su estirada fue en vano. El Liverpool ganó (1-0) y lidera en solitario la Premier League porque es el único equipo que ha sido capaz de ganar los tres partidos disputados antes del primer parón por la entrada en liza de las selecciones.
1
Alisson Becker, Milos Kerkez, Ibrahima Konaté (Joe Gomez, min. 78), Dominik Szoboszlai, Virgil van Dijk, Mohamed Salah, Alexis Mac Allister (Curtis Jones, min. 60), Cody Gakpo, Ryan Gravenberch, Florian Wirtz (Wataru Endo, min. 88) y Hugo Ekitiké (Federico Chiesa, min. 78)
0
David Raya, Gabriel Magalhães, Jurriën Timber, William Saliba (Cristhian Mosquera, min. 4), Riccardo Calafiori, Martín Zubimendi, Mikel Merino (Martin Ødegaard, min. 69), Declan Rice, Viktor Gyökeres, Noni Madueke (Max Dowman, min. 88) y Gabriel Martinelli (Eberechi Eze, min. 69)
Goles
1-0 min. 82: Dominik Szoboszlai
Arbitro Chris Kavanagh
Tarjetas amarillas
Ryan Gravenberch (min. 28), Viktor Gyokeres (min. 65), Martín Zubimendi (min. 80), Wataru Endo (min. 97)
Cayó el Arsenal, que quizás oposita al título con más argumentos que nunca desde que en 2004 alzó su última Premier sin perder un sólo partido. O al menos ha puesto muchos huevos en esa cesta. En Anfield se presentó sin Havertz y Saka, lesionados, y guardó en el banquillo a un renqueante Odegaard y al internacional inglés Eze, su última incorporación. En el amanecer del partido perdió a Saliba, su mejor zaguero, también dolorido. En realidad se había dañado en el calentamiento y había tratado de forzar. Pero nunca pareció que a Mikel Arteta le faltasen mimbres para competir contra el campeón que se ha gastado más de 300 millones de euros en el mercado y se apresta a dar el gran golpe final con un pago de 150 más por Alexander Isak.
Si acaso lo que faltó durante largos minutos fue algo más de audacia. A unos y a otros. El primer disparo a puerta tardó 21 minutos en llegar. A esa altura el Liverpool aún no había tocado el balón en el área visitante. El partido transitó entre naderías, pases de seguridad y futbolistas incapaces de tomar distancias respecto a las pizarras de los entrenadores; entre salidas de balón pautadas, posicionamientos establecidos y laterales que se meten por dentro para asegurar pases y garantizar repliegues. Al descanso la sensación era de fiasco, de que tantos millones en la cancha, tanta expectativa, apenas era un truco marquetiniano. Por fortuna el partido rompió tras el paso por la caseta. Hasta ese punto el Arsenal estuvo cómodo. Trató de hacer daño por el flanco del Liverpool que se intuía más accesible, el que tapaba Milos Kerkez, otro lateral húngaro, en la izquierda de la zaga local. Madueke operó por allí y estiró al Arsenal.
El Liverpool asumió la misión de apretar los dientes en defensa. Venía de tres citas consecutivas en los que encajó dos goles, en la Community Shield que perdió en los penaltis contra el Crystal Palace y en la puesta de largo en la Premier ante Bournemouth y Newcastle. Al Arsenal apenas le permitió dos disparos entre palos, bien resueltos por Allison. Y a partir de ahí trató de crecer. No encontró al mejor Salah, fallón en los controles, por momentos desquiciado el egipcio. Pero fue a más el campeón hasta encontrar el gol. Llegó a balón parado. No podía ser de otra manera en un duelo en el que unos y otros se cuidaron de no permitir transiciones. En 97 minutos apenas se completaron diez regates y los porteros sumaron entre ambos tres paradas. Por ahí le faltaron varios puntos de emoción al duelo entre los dos mejores equipos de la última Premier, los dos máximos favoritos para ganar esta edición.
Pero apareció Szoboszlai y mandó parar. Arne Slot le ha encontrado acomodo en el lateral tras la marcha de Alexander-Arnold y la lesión muscular de Frimpong, llamado a ser el sustituto del nuevo lateral del Real Madrid. Szoboszlai subió de temperatura el partido y abrió el asedio final del Arsenal, que ya con Odegaard y Eze sobre el verde no encontró resquicios para llegar al empate. Los gunners no ganan un partido de liga en Anfield desde hace trece años. Arteta dijo antes de volver a Londres que su plan de partido estaba confeccionado para llevarse los puntos, pero sus delanteros Gyökeres y Martinelli tocaron el balón 17 y 15 veces en todo el partido. “Apenas nos crearon situaciones de peligro”, valoró. Pero incluso así perdió.