No buscaba nada más que trabajar en paz, leer en mis ratos libres y disfrutar del sol que por entonces echaba muy de menos en Madrid. Leía El extranjero de Albert Camus con vistas a la inmensidad mientras el Explora II surcaba las aguas del Mediterráneo y no podía dejar de pensar en el concepto de estar suspendida en un no-lugar, fuera del tiempo, con cambios de huso horario incluidos, entre el azul del mar y el cielo, habitando una rutina nueva donde nada me pertenecía, pero todo lo tenía. A diferencia de Meursault, protagonista de la obra de Camus y muy lejos de la condena y la cárcel sobre la que se reflexiona, esta experiencia resultó ser algo más parecido a una liberación. Escapar de la lógica del mundo para simplemente disfrutar puede ser el proceder para conectar con el presente.
Reconectar con la rutina: Ocean Wellness
Como buena integrante de la Generación Z, el deporte no es solo una actividad en mi vida diaria, sino una forma de sostener el equilibrio mental en medio del ruido constante. Entrenar forma parte de mi rutina y, en muchas ocasiones, viajar supone romperla, lo cual, lejos de ser un descanso, puede convertirse en una tortura. Por eso, reconozco que me sorprendió gratamente descubrir que a bordo del Explora II no tuve que renunciar a ese pilar, al contrario, se potenció. Empecé el viaje corriendo por las calles adoquinadas de Lisboa al amanecer con el río Tajo coronado por el Puente 25 de abril despertando a mi lado y lo continué haciendo mis ejercicios de fuerza –prepárense para un afirmación más que categórica– en el mejor gimnasio en el que he estado jamás. Cintas de correr con vistas a la inmensidad del mar, máquinas de pilates reformer, un espacio totalmente equipado y atención personalizada. Viajar sin descuidarse o, mejor dicho, cuidándose más que nunca fue, posiblemente, el verdadero lujo de este crucero.
Cortesía de Explora Journeys
Cortesía de Explora Journeys
Cortesía de Explora Journeys
Cortesía de Explora Journeys
Cortesía de Explora Journeys
Olvida todo lo que creías saber sobre los spas de hoteles con vistas al mar, lo de Explora II va por otro camino. Aquí el bienestar es una filosofía de vida que se respira desde que pones un pie a bordo. El centro es como un universo dentro del barco, dividido en mundos del wellness que se dan la mano. Una experiencia integral que trabaja en capas: cuerpo, mente, respiración y descanso. Lo llaman Ocean State of Mind y, honestamente, ahora entiendo por qué. Cuando te vas, una parte de ti sigue flotando en esa calma.