Sí, ya sabemos que el pisto manchego de verdad de la buena, cuya receta está labrada en piedra en un campo en mitad de La Mancha y guardada por cuatro caballeros día y noche, solo lleva pimiento verde y tomate: aquí os dimos una receta manchega de primera mano. Pero como nos parece un desperdicio no aprovechar las buenas hortalizas del verano como la berenjena y el calabacín, nos hacemos un pisto de verano ilustrado a más no poder que los puristas podéis llamar pimiento verde y tomate con cosas, como gustéis.
De modo que hemos añadido calabacín y berenjena, que están en su momento, amén de una buena cebolla sofrita porque va bien con todo y somos forofos de la cebolla y su dulzor. Sazonado con un poco de pimentón y otro poco de vinito blanco, la cosa sale fetén. Madre mía, en cuantísimos pecados estamos incurriendo. Si preparas este pisto en cantidad te ayudará a solucionar varias comidas, añadiéndole unas patatas fritas, una conserva de pescado, extendiéndolo o no sobre un pan, completándolo con unos garbanzos crujientes, gratinándole por encima un queso fundente… las posibilidades de un pisto de verano son infinitas.
Tiempo: 60 minutos
Dificultad: Sofreír perfectamente las hortalizas, sin que se quemen, pero dejándolas bien tiernas.
Ingredientes
Para 4 personas
- 1 cebolla gorda
- 2 pimientos verdes
- 1 pimiento rojo carnoso
- 1 calabacín bien gordo
- 1 berenjena
- 2 dientes de ajo
- 1 pellizco de pimentón dulce
- 800 g de tomate triturado
- 1 buen chorro de vino blanco
- Aceite de oliva para el sofrito
- Sal al gusto
Instrucciones
Cortar la cebolla en daditos y los pimientos, despepitados, en tiras. Cortar la berenjena y el calabacín en dados, sin pelar.
Laminar los dientes de ajo pelados.
Cubrir con aceite de oliva el fondo de una sartén o cazuela amplia y sofreír la cebolla hasta que esté transparente.
Añadir los pimientos en tiras y sofreír suavemente hasta que cambien de color; no tienen que tostarse.
Agregar la berenjena y el calabacín, remover bien para que se impregnen del aceite y sofreír hasta que ambos estén blanditos (si se tiene freidora de aire, se puede asar la berenjena y el calabacín con un chorro de aceite y sal, mientras se acaba el sofrito del pimiento).
Cuando todas las hortalizas estén melosas, sofreír el ajo hasta que pierda el sabor a crudo, agregar el pimentón y darles unas vueltas con el conjunto.
Verter el tomate triturado y el vino; reducir a fuego lento hasta que el tomate espese al gusto de cada cual. Sazonar con sal al gusto y listo.
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