Se casaron el pasado 17 de mayo en una ceremonia donde la esencia de la pedida de mano estuvo presente en el entorno y en el catering. Pero, sobre todo, la tierra que vio nacer al novio, Mallorca, fue una de las protagonistas al ser ésta la elegida para darse el “sí, quiero”.
Según la pareja, fue un día cargado de amor romántico y familiar donde hubo varios guiños a su historia.
Una decoración inspirada en las bodegas
La ceremonia tuvo lugar en la Ermita de la Victòria, en Alcudia, y la celebración se hizo en las bodegas Ca’n Axartell, en Pollença. “Nos casábamos en una ermita muy ligada a momentos importantes en la historia de la familia de Joan y tener a toda nuestra gente apretada en ese lugar con el mar de fondo fue maravilloso”, comparte la novia.
Marina y Joan querían una boda inspirada en el entorno que les rodearía en ese día tan especial, la Serra de Tramuntana y la propia bodega en la que se desarrolló el cóctel, la cena y la fiesta. Para ello, trabajaron con diferentes profesionales como Adiamore, que se encargó de todas las flores del evento, Estudio Manzanero, que inmortalizó todos los momentos para hacerlos inolvidables, Miriam Vilaplana, quien hizo el diseño gráfico de la web y de la papelería, y la música de Claudia Lafuente, Mercurio Retrógrado y Jaime Erasun de Sunera Music.
Estudio Manzanero