¿Una boda sin invitados? Quién no ha soñado alguna vez con eso. Lejos del protocolo, sin listas interminables de invitadas ni mesas llenas de compromisos. Solo dos personas, una promesa y el deseo sincero de estar juntos para toda la vida. Pero, casi sin darnos cuenta, terminamos cediendo al guion: la gran fiesta, las miradas ajenas, la presión por que todo sea “perfecto”. Y a veces, en medio de todo ese ruido, olvidamos lo esencial: celebrar el amor.
Eso es precisamente lo que hicieron Paco y Elena, celebrar el amor de la manera más íntima posible, pero sin renunciar a una boda inolvidable. “Llevábamos mucho tiempo hablando sobre nuestra boda y tomamos la decisión y la forma de celebrarla de manera conjunta. Al final, cuando vas a cumplir 11 años era algo que pasaría tarde o temprano y encontramos la manera ideal para nosotros”, confiesa la pareja.
Nerea García
Nerea García
Elena y Paco se casaron el pasado 6 de agosto, en la capilla de Santa Rosa de Lima, en Laxe, A Coruña. “Pensando en nosotros, llegamos a la conclusión de que no haríamos una ceremonia al uso y solo firmaríamos. Pero decidimos hacerlo especial y distinto. Galicia siempre ha sido un lugar icónico en nuestra relación: yo soy medio gallega y he veraneado aquí toda la vida; con mi marido llevo viniendo a veranear desde ya hace 8 años. Hacerlo en Galicia era una idea increíble que pudimos hacer realidad. Buscamos una ermita en la Costa da Morte, la zona que practicamos de normal y Laxe, un pueblo pesquero y pequeño, es donde él normalmente surfea. Además, la capilla del pueblo es preciosa, situada en un monte con vistas al mar y nuestra perra se llama Lima, no podía ser otra”, comentan. Los testigos firmaron en Valencia cuando la pareja abrió el expediente matrimonial.
Allí se intercambiaron los anillos: unas alianzas que fueron uno de los regalos de la madre de Elena, de la joyería Rafael Torres. “Clásicas, en un dorado viejo y brillante, muy delicadas”, recalca la novia.
Nerea García
Tras la ceremonia, en la que estaban solos ante el sacerdote, Elena y Paco se fueron a hacer unas fotos a la Playa de Arnado, un enclave único –y prácticamente escondido– en el que inmortalizaron la felicidad del momento. “Las fotos nos las hizo Nerea García. Vi su trabajo enfocado a moda y me gustó muchísimo su estilo; sabía que haría de nuestra boda una editorial preciosa porque éramos dos y así fue. Fotos con muchísima luz, con naturaleza de por medio y con momentos clave muy románticos. Captó justamente lo que queríamos y es un gusto trabajar con ella. Tuvo muy clara la estética narrativa desde el principio y la posterior edición transmitía todas las emociones que vivimos aquel día. Para mí, de las mejores fotógrafas de Galicia”, explica la novia.