Una exposición de fotografía en Madrid acerca la cara más íntima de las estrellas

En el ámbito de la fotografía el retrato es, casi con toda seguridad, la interacción más íntima que puedes trazar con alguien. Un tipo concreto de imagen –casi siempre con una trastienda oculta– en la que fotógrafo y fotografiado establecen una relación de confianza para que el resultado sea lo más honesto posible. Lo sabe bien el fotógrafo suizo Gérard-Philippe Mabillard, que estrena ahora una exposición en el Fernan Gómez Centro Cultural de la Villa, en Madrid, dedicada precisamente a ese tipo de instantánea. La muestra The Stars´ Share, que podrá visitarse del 11 de octubre al 15 de diciembre, es una compilación de casi 60 primeros planos que el artista ha firmado a lo largo de su carrera. Dichos retratos –protagonizados por estrellas internacionales del ámbito del cine, la música, el arte y el diseño– transmiten la cercanía, los matices y la celebración de la vida de las miradas de aquellos que están frente al objetivo.

La lista de personajes con los que ha trabajado es bien extensa: Penélope Cruz, Javier Bardem, Benicio del Toro, Clint Eastwood, Antonio de la Torre, Daniel Brühl, Almudena Amor, Alba Flores, Christopher Walken, Willem Dafoe… Así que es fácil intuir que Mabillard debe estar dotado de una sutil mano izquierda para conseguir que todos ellos bajen la guardia y entreguen su versión más sincera ante su objetivo. Él cree saber cuál es la receta para conseguirlo: “Quizás porque la humildad, la humanidad, las ganas de compartir y el respeto son mis puntos de referencia y no intento ser otra persona. A menudo me dicen que mi aspecto, mi calma suiza y mi sonrisa son tranquilizadores. Me gusta crear una burbuja amigable con las personas que fotografío. Y lo único que tengo conmigo es mi cámara, sin trucos”, explica.

Jeremy Irons.
Benicio del Toro.

Una de las características más llamativas de la exposición es que todos los retratos son en blanco y negro, una decisión que el suizo adoptó inspirado por el gran maestro de la imagen sin color: Peter Lindbergh. “Fue él quien me inculcó el gusto por la fotografía en blanco y negro, de la que era un maestro absoluto. Su frase: ‘Prefiero el blanco y negro porque ofrece una interpretación de la realidad, un vínculo más íntimo con la verdad que el color’, nunca me abandona. Uno de los encuentros más importantes y conmovedores de mi vida fue el que compartí con Peter. Fue la primera vez que lloré mientras hacía una foto”, confiesa el creador.

Aunque ha desarrollado gran parte de su carrera dedicado al retrato, Mabillard también está curtido en editorial de moda y comercial, dos ámbitos en los que, a pesar de trabajar con la misma herramienta, tienen recorridos bien diferentes. “La fotografía de moda responde a unas necesidades muy concretas ligadas a la marca y a la temática de la temporada. Siempre hay mucha gente en el set de una sesión: modelos, asistentes, peluqueros, maquilladores, estilistas… Todos en un contexto con flashazos, poses, el ruido de la cámara disparando sin parar… Y luego está el retoque, claro. El retrato es otra cosa. No se trata de fotografiar rostros, sino momentos de intimidad. Imágenes más ‘reales’ que ‘escenificadas’. Nunca haces el mismo retrato dos veces. Hay que reinventarse en cada encuentro. Es una gran lección de humildad. Para mí, la sencillez es el máximo lujo” confiesa.

Javier Bardem.
Alba Flores.

Uno de las sesiones de las que guarda mejor recuerdo fue la protagonizada por Javier Bardem, a quien tuvo la oportunidad de fotografiar en Madrid. Mabillard reconstruye así aquel encuentro: “Me presentó a su familia y me conmovió profundamente. Pocas veces he sentido emociones así, no porque estuviera con artistas famosos, sino porque ese día estaban escritas en mayúsculas las palabras amor, pasión y compartir. Me encantó verles con sus hijos, que son maravillosos. Les tengo un profundo respeto. Un encuentro que quedará siempre grabado en mi corazón y en mi memoria”. La actriz Alba Flores es otro de los rostros patrios a los que Mabillard ha inmortalizado. “La vi llegar, humilde y poderosa a la vez, a la residencia del embajador de Suiza en Madrid. Me sorprendió el halo de fuerte temperamento que inundaba todo a su paso. A veces encontrar la mejor luz para una fotografía puede resultar complicado, pero fue sorprendente ver que, hiciera lo que hiciera Alba, captaba toda esa luz de forma magistral, con una gracia infinita”, recuerda.

Y pese a que la lista de talentos que ha fotografiado es infinita, el suizo aun tiene nombres pendientes: Cylian Murphy y Rosalía copan los primeros puestos de su wish list. “Está bien soñar, ¿no?”, dice él.



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Farándula y Moda

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