En 1981, la actriz e icono de estilo Jane Birkin iba sentada en un avión en un vuelo de París a Londres junto a Jean-Louis Dumas –empresario francés multimillonario y presidente del grupo Hermès de 1978 a 2006– y se quejó de que no encontraba ningún bolso en el que le cupiera todo lo que necesitaba llevar. El resto, como se suele decir, es historia. En concreto, la historia del nacimiento del que quizá sea el accesorio de moda más famoso de todos los tiempos: el Birkin de Hermès, un modelo de gran tamaño con dos asas, solapa superior con cierre giratorio y cerradura, y unas tachuelas que le permiten mantenerse erguido. Su confección, puramente artesanal, requiere de más de 48 horas.
Estos datos están recogidos en Bolsos (Lunwerg, a la venta desde el 8 de enero), una miniguía en la que la ilustradora Megan Hess repasa 27 diseños distintivos de un puñado de conocidas firmas de lujo. Entre ellos, el Baguette de Fendi, que data de 1997 y se popularizó gracias a un episodio de Sexo en Nueva York en el que a Carrie le roban el suyo, de lentejuelas moradas. El Jackie de Gucci, un pequeño saddle siempre colgado del brazo de la elegante Jackie Onassis. El Rockstud de Valentino y sus reconocibles tachuelas que romantizan la estética punk. El Lady Dior de Dior, un obsequio de Bernadette Chirac, primera dama de Francia, a la princesa Diana en 1995. El Galleria de Prada, elaborado desde 2007 en la característica piel Saffiano de la firma, con estampado de rayas entrecruzadas –una propuesta práctica y minimalista, que debe su nombre al primer establecimiento de Prada en la prestigiosa Galleria Vittorio Emanuele II de Milán–. Y, por supuesto, el Classic Flap de Chanel, la interpretación que hizo Karl Lagerfeld del original 2.55 de Coco, cambiando el cierre giratorio por el famoso logotipo de la maison, con las letras CC entrelazadas.
Además de las ilustraciones y los textos breves que protagonizan este ligero volumen, Megan Hess ha recogido también algunas citas de celebridades y diseñadores. Para muestra, a modo de conclusión, esta frase del diseñador texano Tom Ford: “Si te detienes a pensarlo –y yo lo hago muy a menudo–, un bolso tiene vida propia”.