La periodista, empresaria y viajera inagotable Anabel Vázquez se encuentra en Marrakech con conexión limitada a Internet, pero ni aun así se resigna a perder la oportunidad de elogiar Una quinta portuguesa, la película que también recomendó en la exquisita lista de deseos que elabora con frecuencia los domingos en su perfil de Instagram. “Tenía muchas ganas de verla, porque sabía que había sido uno de esos éxitos imprevisibles, de esas joyas ocultas de este verano”, introduce la también autora del ensayo Piscinosofía (Libros del K.O, 2023). “Por eso, quería constatar por mí misma qué es lo que había hecho que estuviera tantas semanas en cartel una película, en principio, intimista y de una directora no tan conocida”, prosigue sobre la cinta dirigida y escrita por la arquitecta y realizadora Avelina Prat (Valencia, 1972).
La trama cuenta la historia de Fernando, un discreto profesor de geografía que, tras enfrentarse al repentino e inexplicable abandono de su mujer, decide dejarlo todo y suplantar la identidad de un jardinero en Portugal. Es allí, embarcado en esta huida, donde su camino se cruza con el de Amália, la propietaria del caserío en el que este estará empleado.
“Ahora que ya la he visto –prosigue Vázquez–, he entendido perfectamente ese éxito tranquilo que ha cosechado”. ¿En qué sentido? “Es una película con un argumento increíble, en el sentido más literal de la palabra, y, aun así, funciona. Funciona porque fantasea con algo con lo que todos hemos coqueteado en alguna ocasión, ¿y si fuéramos de repente otra persona?¿Qué pasaría? Es una propuesta muy imaginativa, algo que en esta época de precuelas y secuelas también es de agradecer, y me encantó la solvencia del guion y su mirada atrevida, delicada y romántica”, comenta la comunicadora, que también tiene palabras de apreciación para el trabajo que realizan los dos actores protagonistas, Manolo Solo y María de Medeiros.
El actor Manolo Solo encarna al protagonista masculino, Fernando.Cortesía de Filmin