Madrid puede venderse como la Comunidad más próspera de España, el motor de la economía nacional, pero detrás de esas cifras se esconde una realidad que demuestra que, al menos, hay un gran problema de desigualdad en la región: en 2024 el 20,9% de los madrileños se encontraba en riesgo de pobreza, un 7,7% más que en 2023. Eso significa que de los 7.009.268 residentes de toda la Comunidad, según los datos de 2024 del Instituto Nacional de Estadística (INE), 1.464.937 se encuentran en esa situación. En proporción, los niños y adolescentes menores de 16 años son los que más la sufren, con un 24% de ellos engrosando la estadística, casi uno de cada cuatro. Estos son los datos del último Informe de Pobreza en Madrid de Comisiones Obreras, que lleva años realizando el estudio, lo que ahora le permite concluir al sindicato que “el panorama se repite y la desigualdad se cronifica”.
“La pobreza no es solo tener pocos ingresos. También influye no poder acceder a una vivienda adecuada, a una alimentación suficiente o a una vida sin privaciones constantes”, señala el informe, con datos extraídos de la Encuesta de Condiciones de Vida (ECV) de 2024, publicada por el INE. Para calcular la pobreza, CC OO se basa en la tasa Arope, un indicador europeo que toma en cuenta la renta, las posibilidades de consumo y el empleo, y que permite analizar con mayor detalle la situación de vulnerabilidad.
Para considerar que una persona se encuentra en la pobreza, sus ingresos no pueden superar el 60% de la mediana nacional, que en España se sitúa en 965 euros mensuales para una sola persona y 2.027 para una familia de dos adultos y dos menores. La pobreza severa es aquella en la que los ingresos personales son iguales o menores al 40% de esa mediana, es decir, 644 euros al mes para uno y 1.352 para la familia de cuatro.
El informe contrapone esas cifras con la prestación estatal del Ingreso Mínimo Vital (IMV) que en 2025 es de 658,81 euros mensuales para una persona, mientras que para un hogar compuesto por dos personas adultas y dos menores asciende a 1.251,75 euros al mes. La prestación regional, la Renta Mínima de Inserción (RMI), ni siquiera llega al mínimo necesario para no entrar en la pobreza severa: 469,93 euros mensuales a una persona sola y 737,63 euros a un hogar de cuatro integrantes.
“Esto significa que las ayudas públicas, que deberían servir para proteger derechos y garantizar condiciones dignas, se quedan muy por debajo de los niveles que marca incluso la pobreza severa. Es decir, el propio sistema condena a miles de personas y hogares a sobrevivir con ingresos que institucionalizan la precariedad y perpetúan la desigualdad”, apunta el informe.
Son demoledoras las cifras de la cantidad de menores de 16 años en esa situación: 322.532 niños y niñas (el 24% de esa población) están en riesgo de pobreza en la Comunidad de Madrid. Son 54.953 más respecto a 2023. La pobreza infantil no solo provoca carencias materiales, sino que afecta negativamente a su desarrollo y bienestar a largo plazo, según destaca el documento, y está directamente relacionada con “la precariedad laboral y la situación económica de los hogares con menores dependientes”.
El indicador Arope ha crecido entre la población infantil de forma alarmante. Entre 2021 y 2024 pasó del 23,4% al 31,2%.

“Todo ello en la Comunidad que menos presupuesto dedica a los servicios sociales de España”, critica Francisca Gómez, secretaria de Políticas Sociales de CC OO Madrid. Gómez recuerda que, además, la región deja de ingresar al año más de seis mil millones por rebajas, deducciones y excenciones fiscales, “perjudicando con ellos a las clases populares que más ayuda necesitan”.
Madrid celebró recientemente los datos de 2024, que la señalaron como la autonomía con mayor renta per cápita por habitante de España (44.755 euros, un 37,1% superior a la media nacional) y la que concentra el 19,8% del PIB nacional. Sin embargo, detrás de esas cifras medias están los datos que revela ahora el informe de CC OO, que destaca que, lejos de disminuir, como ocurre en la tendencia nacional, la cifra de personas en riesgo de exclusión crece y suma a la estadística 131.778 personas de 2023 a 2024. La tasa Arope en España se sitúa en el 25,8%, un 2,6% menos que en 2023.
A esta situación, el sindicato añade la falta de transparencia en Madrid, que da estadísticas retrasadas, fragmentadas u ocultas. “No es casual, sino parte de una estrategia que pretende dificultar el acceso a información esencial para comprender la magnitud del problema e invisibilizar un fracaso colectivo”, señalan en el informe.