Vestidos de invitada para días de mucho calor: nuestros diseños preferidos
En medio del calor del (casi) comienzo del verano –y de alguna que otra ola de calor que está por venir–, vestirse un día normal resulta una tarea complicada. Esto se recrudece todavía más si tenemos un evento que requiera de un vestido de invitada perfecto con el que sobrevivir a las altas temperaturas.
Las bodas de verano son preciosas: al aire libre, en días soleados… Todo es mágico, hasta que llega el calor sofocante. Para las invitadas, encontrar un vestido que combine elegancia con no derretirse en el intento es prácticamente imposible. Precisamente por eso y contando todos los eventos que aparecen rodeados en tu agenda durante los próximos meses, te contamos todo lo que tienes que saber para dar con el look perfecto y que nada te amargue la boda. A continuación, todas las claves de los vestidos de invitada para días de mucho calor:
#1. Apuesta por tejidos naturales y traspirables en la medida de lo posible
El tejido de la prenda es clave a la hora de elegir un buen vestido de invitada para llevar en una boda en la que haga mucho calor –siendo julio y agosto los peores meses–. El lino, la seda natural, la gasa, la organza o la viscosa son opciones ligeras, frescas y elegantes.
Christian Vierig/Getty Images
#2. Ríndete ante los colores claros y las tonalidades vibrantes
Lo sabemos, los colores oscuros son muy elegantes, pero lo cierto es que no son la mejor opción para bodas veraniegas en las que haga mucho calor. Apuesta por tonos pastel como el rosa empolvado, el azul cielo o el lavanda; tonos tierra como el beige o el terracota –recuerda, el blanco está terminantemente prohibido en una boda– o colores vivos como el coral, el verde lima o el amarillo. Los estampados florales suaves o tropicales también aportan frescura visual al look.