Tomar decisiones conscientes para ser más felices en 2025
Hace poco leí que, a lo largo del día, nuestro cerebro se enfrenta a una media de 35.000 decisiones que en el 99,74% de los casos toma de forma inconsciente; una neurocientífica manera de ahorrar energía cerebral. Dicho de otra forma, solo somos plenamente conscientes de menos del 1% de nuestras decisiones diarias. El dato es como para reflexionar: es cierto que la gran mayoría no influyen para nada en nuestro día (poco o nada importa si empezamos la mañana con un café o con un capuccino, o si en lugar de ponernos el suéter gris optamos por el azul marino), pero ese 1% equilibra tanto la balanza que hasta podría decirse que pesa más que el 99 restante. Y, para rizar todavía más el rizo, de ese pequeño porcentaje solo 30 o 40 decisiones condicionan verdaderamente el total de nuestra vida. Irte un tiempo fuera para aprender inglés, empezar con una persona o decidir terminar de una vez por todas con aquella otra, tirarte a la piscina con un giro de guión en tu carrera profesional… No sabemos cuál será la mejor opción, pero sí que lo que decidamos condicionará y encaminará nuestra vida hacia uno u otro lugar.
En Dinamarca son plenamente conscientes de esta tónica, y viven conforme a ello. De hecho, cada vez se habla más de un estilo de vida surgido en el país nórdico: el hygge –traducido literalmente como ‘comodidad’, hace referencia a la búsqueda de pequeños momentos de paz para cuerpo y mente–. “La gente de fuera se está dando cuenta gradualmente de lo que los daneses han sabido durante generaciones: que pasar un tiempo relajado y acogedor con amigos o familiares, tomando café, mirando el fuego o leyendo un buen libro puede ser bueno para el alma” explicó a BBC Mundo la autora del libro El año que vivimos a lo danés, Hellen Russell. Pequeñas decisiones del día a día que, en conjunto, hacen nuestra vida un poco (o mucho) más feliz. No en vano hablamos de uno de los países más felices del planeta según el Índice Mundial de la Felicidad de 2024, solo por detrás de Finlandia. España, por si alguien sintiese curiosidad, obtiene un digno puesto 36º de entre los 143 países participantes. Y aunque es cierto que este ranking no implica que la vida en el norte de Europa sea siempre maravillosa, sí demuestra que su idiosincrasia puede hacer el día a día más llevadero.
