Vivir como un ahogado | Opinión

Me encuentro con una persona conocida en un país que no es el mío. Tiene un problema. Me cuenta, no sé por qué. Se ha enamorado de Equis. Quisiera estar en su compañía, pero no puede (motivos varios). Sufre por eso, pero Equis no. Equis produce un amor de baja intensidad y toma lo que hay. “Sigo adelante sólo para entender cuál es mi rol en esto, pero me lastimo —dice la persona conocida—. Equis disfruta del momento. Yo sólo pienso en un futuro que Equis ni siquiera contempla”. Disfrutar del momento es una superchería mayúscula. Intento pensar en alguien que disfrute del puro presente sin hacerse preguntas, sin tejer ilusiones en relación a cualquier cosa: el trabajo, la pareja, una vida menos miserable. Si esa persona existe es un titán y la envidio. Vivimos durante la pandemia un presente enloquecedor, sin pliegues donde albergar expectativas: cada día era cada día y se repetía al siguiente. Quizás quienes disfrutan del presente sean individuos dotados con herramientas superiores que no tengo. Pensé en proponerle a la persona conocida un plan jodorowskiano para desprenderse de Equis: “Encontrate con Equis, pero exigile que no use perfumes que queden en tu recuerdo, no hablen de nada importante, no se queden en silencio mirándose a los ojos, cuando se despidan dejá de pensar en Equis y andá al supermercado o iniciá algún trámite engorroso, pedile que lleve siempre la misma ropa para no deslumbrarte con atuendos nuevos”. No era broma —me parece un gran plan—, pero pensé que podía tomarlo mal, así que le dije que, en caso de amor, la única salvación es no haberse enamorado, que se naufraga primero para, a veces, ahogarse después y que, aun así, se sigue viviendo. Como un ahogado. Sólo por un tiempo. Después pasa. Su historia me hizo pensar en mi propio pasado lejano, en cosas parecidas que me acontecieron, y me sentí a salvo de una manera torcida y repelente, como si experimentara añoranza por un mundo de horror.

Ver fuente

Farándula y Moda

Entrada siguiente

Sopa suave de cerveza | El Comidista | Gastronomía

Sáb Feb 8 , 2025
Comparte en tus redes sociales La sopa de cerveza es típica de Alemania, donde se la conoce como biersuppe, y de Polonia, donde se la llama zupa piwna. Su origen es claramente humilde y las variaciones que existen sobre la receta son diversas según la región, el momento histórico y […]

Puede que te guste