El evento más esperado entre los amantes del diseño de moda volvió al centro de Madrid para premiar el talento emergente. Por segundo año consecutivo, el hotel Casa de las Artes Meliá Collection acogió la 14ª edición de Vogue Fashion Fund, el mayor premio a la moda en España que Vogue España ha otorgado en colaboración con Inditex en un evento patrocinado por Renault. En esta ocasión, el diseñador australiano Edward Cuming –cuya marca nació en Madrid hace seis años– se alzó con el galardón. “Gracias a quienes me han acompañado en este camino y a Vogue e Inditex por hacer posible una plataforma tan necesaria para quienes creemos en la moda como forma de expresión”, dijo Cuming, con emoción evidente.
A la fiesta asistieron también las finalistas de Vogue Fashion Fund 2025, Gimaguas y Evade House, así como los ganadores de ediciones anteriores, como Moisés Nieto, Pepa Salazar, Miguel Becer o Juan Vidal. Tampoco quisieron perderse el evento otros nombres de la moda, la cultura y la música: Natalia Lacunza, Mayka Merino, Chacha Huang o La Tania se dieron cita en Casa de las Artes.
La ceremonia estuvo dirigida por Gemma Galán quien dio paso a Inés Lorenzo, Head of Content de Vogue España, encargada de entregar el premio. Lorenzo estuvo acompañada por el resto de miembros del jurado: Sara Hernando y Nuala Phillips, directora y jefa de moda de la cabecera, respectivamente; Tíscar Espadas, ganadora de la edición 2024; los diseñadores Sybilla y Alejandro Palomo; Pepa Bueno, directora ejecutiva de ACME; Cristina Hermo e Iria Folla-Cisneros, del Departamento de Comunicación y Relaciones Institucionales de Inditex; Eloy Martínez de la Pera, comisario de exposiciones de arte y moda; Ángela Estéban-Librero, estilista y consultora creativa; y Valentina Suárez-Zuloaga, directora creativa de MBFWM.
La actuación musical de la noche estuvo protagonizada por la artista Amore, que interpretó temas coomo Amiga, Llora que te Llora y Last Maria On Earth. A partir de ahí, los asistentes pudieron disfrutar de una velada en familia de la que, una vez más, nadie quería irse.