Vundabar sobreviven haciendo algo parecido a post-punk, «math» y otras variantes del rock, gracias a la viralidad de su disco de 2015, ‘Gawk’, donde aparecía su tema ‘Alien Blues’, reflotado en los últimos años de manera impensable en TikTok. Lo importante es que el trío de Boston llega a su 6º álbum con cosas que decir, aunque esas cosas no sean tan bonitas como desearíamos, ¿pero cuándo lo es el mundo?
En pocas semanas, Brandon Hagen rompió con su pareja de larga duración, perdió a su padre y se rompió un brazo mientras estaba en el hotel de gira. Dolor que ha canalizado en unas composiciones desgarradas y a veces también, francas y directas como la furia post-adolescente.
‘Surgery and Pleasure’ se presentaba el año pasado con mucho de esto último. ‘I Got Cracked‘ es un señor tiro con el que Brandon sabe reírse de lo que le ha pasado de manera explícita. «Me rompieron el corazón, me rompí un brazo y esparcí unas cenizas» es, aunque no te lo creas, un enorme estribillo catártico. Su rueda de acordes es reminiscente de ‘Boys Don’t Cry‘, y el humor y los tarareos emparentan con los Smiths. Algo que no suele suceder con las grabaciones de Vundabar.
Otros grandes momentos del disco, también adelantados como single, porque ciertamente están entre las composiciones más interesantes del grupo, son ‘Spades’ y ‘I Need You’, ambas en torno a los 6 minutos de duración, y con cierta influencia de los Radiohead más grunge. La primera es una travesía llena de baches que hace pensar en los Horrors más experimentales, mientras que la segunda es una cálida balada de rock alternativo, sobre echar a alguien mucho de menos. Escuchamos a Brandon desgañitarse: «lo has conseguido, felicidades, te echo de menos», y después unas guitarras eléctricas que suenan más desgarradas aún.
El contraste funciona a Vundabar, que alternan a lo largo de toda la secuencia un tema más áspero y con aristas con uno más urgente, más repetitivo. Por cada ‘I Need You’ aparece un machacón ‘Easy Does It’. Por cada ‘Spades’, un ‘Let Me Bleed’. Todo ello después de que la inmediatez de ‘Stallion Running’ y ‘Beta Fish’ marcaran el inicio del álbum.
En la segunda mitad, la «outro» de ‘Hurricane’ («encontré la calma en medio de la más cálida de las tormentas») abre el camino hacia el desenlace. Tras la dupla formada por ‘I Need You’ y por ‘Easy Does It’, llegamos a una balada lo-fi quizá demasiado evidente, y no por ello prescindible, en la que Brandon plantea: «todos tenemos que vivir, todos tenemos que morir, ¿entonces por qué es tan duro decir adiós?». No pasará tanto a la historia la lírica de Vundabar como su potencial para conectar con una audiencia ávida de pogos, texturas y sensibilidad.