La artista Yami Safdie sacará su tercer álbum después del verano.Cortesía de Warner Music
Por lo que cuenta, parece que se trata de una relación con unos mimbres muy sanos. “Yo siento que sí. Siempre digo, y lo pienso en serio, que no sé si yo podría hoy estar acá tan entera como estoy mentalmente si no tuviera una pareja que me apoya tanto y que me ayuda a procesar mis emociones, a pensar las cosas cuando me siento perdida. Es un poco el asistente de mi psicóloga”, ríe. ¿Tienes psicóloga, entonces? “Sí, desde hace muchos años. De hecho, empecé cuando me instalé en esa búsqueda de poder dedicarme a la música. En ese momento, a principios de 2020, yo todavía subía covers a mis redes y vivía de eso. Bueno, en realidad, comencé a ir a terapia porque estaba en una relación que no iba a más y necesitaba ese empujoncito para salir de ahí. Pero claro, luego empezaron a pasar un montón de cosas y me alegré mucho de no haber dejado de ir: me ayuda a lidiar con la exposición y con el hate. Incluso con el hecho de subirme a un escenario, que es algo que al principio me daba pánico. Poco a poco, he ido encontrando mi identidad y, con ella, también una seguridad que me ayuda a estar mucho mejor posicionada para gestionar todo lo que se viene”, profundiza.
Dada la calidez de sus composiciones, la amabilidad de su discurso y lo poco controvertida que resulta en general su presencia, llama la atención que Yami Safdie pueda ser el blanco de hostigamiento en redes sociales. “La gente odia todo, te juro. En mi país y en X [antiguo Twitter], sobre todo. Realmente, no jodo a nadie, así que me llama la atención despertar ese hate injustificado. Pero creo que es indicativo de algo más profundo como sociedad, y es que a la gente le gusta criticar por criticar. No quiero caer en lo típico de: ‘Ay, me envidian’, pero es cierto que hay gente a la que, cuando es infeliz, le duele ver a otros felices, viviendo de lo que aman y cumpliendo sueños. Creo que va por ese lado. Ahora que me estoy dando a conocer más, te digo algunas cosas que me dicen: que soy insulsa o que soy como una ‘industry plant’ [término peyorativo que se aplica a los artistas fuertemente promocionados por las discográficas mientras estos aparentan independencia]. Esto último me duele un poco, porque yo tardé muchos años en llegar hasta acá. Trabajé muchísimo, me rompí el alma. Y no se acaba ahí. Me critican el cuerpo, la cara, dicen que mi música es muy simple o que todas mis canciones son iguales. En fin, algo van a encontrar siempre”, comenta resignada, y dice que ya no entra a la red social X, algo que antes la divertía. “Lo mejor para mi salud mental es no ver esas cosas. Enfocarme en mi trabajo y en seguir adelante”.