Angel Prost con sus Hoka.Melodie Jeng/Getty Images
Sin embargo, más allá de tendencias o estéticas concretas, pronto entendimos que el incremento de búsquedas de Hoka ligado al festival venía dado, principalmente, por su supuesta comodidad. La misma en la que inciden las reviews online y, como era de esperar, también enfatizan desde la propia marca. «‘Qué blanditas’ y ‘qué poco pesan’ son las frases que más escuchamos cuando alguien prueba unas Hoka por primera vez”, adelantan desde la firma orgullosos. “Esas sensaciones que te aportan a la hora de caminar o correr son los grandes argumentos de nuestros productos, que satisfacen las necesidades de cada persona gracias a una amplia gama de modelos con características dispares pero siempre con esa filosofía de ligereza y comodidad”.
Sin embargo, indagando un poco, sorprende que aunque el fenómeno sea nuevo, la marca en sí lleva más de lo esperado en el mercado, donde ha sentado las bases de una burbuja que este 2024 al fin habría explotado. “En 2016 y 2018, modelos clave aparecieron en las pasarelas de París y Londres. Esta adopción inesperada se convirtió en un catalizador de un amplio interés y esto condujo a la creación de la colección lifestyle de Hoka”, desgrana Tarascón. Un primer grano de arena que hoy cristaliza en este boom de ventas que en la actualidad protagonizan sus productos (según la web Notice, desde 2018 ha multiplicado sus ventas por diez) y que las ha convertido en la zapatillas del momento, ya no solo en el ámbito deportivo, sino también en el del lifestyle. Y es que si hasta en Coachella han conseguido desbancar a las botas de flecos y los botines cowboy, no sabemos qué puede ser lo siguiente. Porque como su Marketing Manager defiende: “Cuando usas unas Hoka ya no puedes utilizar otras zapatillas distintas”.