El Observatorio de la Cúpula Atlántica, situado en la cima del Monte de San Pedro, en A Coruña, ofrece unas poderosas vistas de 360 grados abrazadas por la fuerza de las olas y los vientos que rodean el promontorio: al sur, de España hasta África; al este, de Europa hasta Asia; y al oeste, del Atlántico hasta América. Una ubicación privilegiada que ahora se corona con un proyecto de Zara que se enmarca en la celebración del 50 aniversario de la firma española.
Es allí donde la artista y diseñadora británica Es Devlin ha ubicado la instalación cinética 50 Songs of the Sea: 288 asientos situados dentro de 3 plataformas giratorias concéntricas en el interior abovedado del observatorio. El objetivo de esta pieza site-specific inmersiva es proporcionar a los visitantes en una experiencia única en la que la proyección y la narración –a cargo de la actriz española Elena Anaya– les envuelva mientras rotan. Además, una banda de LED en el exterior de la cúpula proyectará el texto de 50 poemas relacionados con el mar.
Sin embargo, aunque se inaugure ahora, la historia de esta pieza se fraguó mucho antes. “Hace aproximadamente un año, varios amigos en común, Anita Borzyszkowska, Fariba Farshad y Michael Benson, responsables de PhotoLondon, me sugirieron ir a A Coruña para conocer a Marta Ortega Pérez y trabajar con ella y su equipo en una obra de arte para conmemorar el 50 aniversario de Zara. La ciudad se asienta sobre un imponente promontorio cuyas intrincadas orillas miran al océano Atlántico. Vi un edificio abovedado de hormigón y acero en la cima del Monte San Pedro, el extremo más expuesto de la ciudad, y decidimos allí mismo transformar este observatorio abandonado en una carta de amor a A Coruña”, recuerda la artista sobre el arranque de este proyecto.
La instalación es un prodigio técnico que ha requerido la colaboración de muchos agentes para que finalmente se haya hecho realidad: “Reunimos a varios equipos de expertos para transformar este depósito de agua –reconvertido en observatorio– en un nuevo espacio cultural para la ciudad. La acústica de los espacios abovedados es bastante compleja, por lo que colaboramos con Scott Willsallen, el célebre diseñador de sonido de las ceremonias olímpicas, y su equipo; así como con los compositores con los que colaboramos habitualmente, Polyphonia; los especialistas en proyección, VYV; la cineasta Ruth Hogben; el diseñador de iluminación, Bruno Poet; y los ingenieros escultóricos, Stage One”, enumera la británica.