Ayer fue un día especial en Londres con la tan esperada presentación del thriller Blink Twice, una película que marca un hito en la carrera de Zoë Kravitz. Con esta obra hizo su debut oficial como directora de cine. Acompañada de su futuro marido, el actor Channing Tatum, la noche se volvió mágica desde el momento en que la artista hizo su aparición en la alfombra roja, dejando a todos los asistentes sin aliento.
Londres, una ciudad acostumbrada a los grandes eventos y a la presencia de figuras del espectáculo, se detuvo por completo cuando llegó Zoë Kravitz con su estilo inconfundible. Apareció luciendo un vestido largo y satinado de un rojo fuego, de la firma Yves Saint Laurent, que no solo resaltó su figura esbelta y su elegancia natural, sino que también se convirtió rápidamente en el centro de todas las miradas.
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El diseño del vestido, en su aparente sencillez, escondía detalles que lo hacían único. Zoë optó por no llevar sujetador, lo que realzaba aún más el escote en U. Los complementos marcan la diferencia y ella lo sabe a la perfección. Prueba de ello es el cinturón fino y sofisticado que escogió para acentuar su silueta.