Zoë Kravitz es la responsable: el tour de prensa de Bala perdida está siendo el sueño de cualquier amante de la moda. La dupla que la actriz forma con la estilista Danielle Goldberg está dejando algunos de los estilismos más emocionantes (y a la vez, sencillos) del verano, y la premiere de la película en Nueva York no iba a ser la excepción.
La intérprete, que comparte pantalla con Austin Butler en la cinta, ha apostado de lleno por el minimalismo, adaptándolo a las tendencias de la temporada actual. Las bailarinas fueron el complemento estrella para el vestido romántico que llevó en Londres, el coquette sutil imperó más tarde durante la premiere en la capital británica y los vestidos lenceros se hicieron con el protagonismo en París.
Su armario sobre la alfombra roja, diseñado en su integridad por Saint Laurent, es una lección de estilo que trae de vuelta la icónica estética de los 90 y se integra a la perfección con aquellas prendas que ahora son objeto de deseo. Ni siquiera necesitan acompañarse de joyas para brillar.
Esta sobriedad tan característica de su estilo actual se ha trasladado a la Gran Manzana, donde ayer se celebró el último visionado de Bala perdida. Esta vez, con un conjunto negro de dos piezas (también de Saint Laurent) revelador y veraniego, con el que llevamos soñando desde 1990. Y es que este look recuerda irremediablemente al inolvidable diseño que Yasmeen Ghauri lució sobre la pasarela de Enrico Coveri para la colección de primavera-verano de ese año.
Yasmeen Ghauri en el desfile de Enrico Coveri primavera-verano 1990 en ParísVictor VIRGILE/Getty Images