Zoë Kravitz se suma al minimalismo con un vestido negro para el recuerdo
Es un hecho que los opuestos se atraen, y que además, todos conviven en las tendencias de otoño-invierno 2025-2026. De los animal print más llamativos -donde reina la serpiente– se pasa en un abrir y cerrar de ojos a accesorios tan clásicos como los bolsos marrones: un equilibrio entre austeridad y exuberancia con el que, esta temporada, conviven prendas antagónicas en armonía. Y Zoë Kravitz es una maestra en pasar de una estética a otra sin esfuerzo.
Lo ha demostrado en Londres, donde la actriz aterrizaba para promocionar Bala perdida, su última película junto a Austin Butler. Un proyecto para el que ha hecho gala de un estilo que la aleja del que ya lució durante su papel como Catwoman en The Batman. Aquí deja el method dressing a parte y la naturalidad impera, tal y como adelantaba en la premiere.
La veíamos con dos de sus firmas de cabecera, Saint Laurent y The Row, combinadas en un vestido amarillo mantequilla y unas bailarinas. Así, la hija de Lenny Kravitz trasladaba la sencillez del día a día a la alfombra roja, marcando la pauta para lo que vendría más tarde durante el visionado de la misma.
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