Pulseras hula-hoop, la tendencia en joyería más nostálgica
Cuando una canción te gusta mucho —tanto que te pasas el día cantándola una y otra vez— llega un momento en el que acabas aborreciéndola. Es normal, solo necesitas un periodo de descanso para volver a apreciarla y, con los años, cuando la escuches de nuevo por casualidad, te invadirá una sensación de nostalgia que te reconciliará con ella. Con la moda ocurre algo muy parecido, y es que se dice que las tendencias siguen una cadencia de unos 20 años. Esto es, si algo fue tendencia en los 2000, probablemente 2010 todavía sea demasiado pronto para recuperarlo, pero en 2020 —o incluso un poco más allá— es casi seguro que volverá.
Nada más y nada menos que lo que ha ocurrido con las pulseras hula-hoop solo que, en este caso, teníamos una pista ineludible de su regreso más allá del paso del tiempo: la vuelta, primero, de los brazaletes y las pulseras extra grandes y rígidas. Modelos que, como el que ahora nos atañe, amamos en 2005, odiamos en 2015 y trajimos de vuelta en 2025. El mismo caso que el de las pulseras hula-hoop, la misma cadencia y hasta las mismas embajadoras —Britney Spears, Miley Cirus, Paris Hilton o Jennifer Aniston, entre infinitos nombres conocidos, lucieron ambos estilos en repetidas ocasiones—. ¿La confirmación definitiva de su vuelta? Encontrarlas de repente en todas nuestras tiendas favoritas. Eso si, reformuladas.
Paris Hilton, 2006Gregory Pace
Britney Spears, 2003Evan Agostini
Miley Cyrus, 2010Michael Tran
Jennifer Aniston, 2005Kevin Winter/Getty Images
Porque las pulseras hula-hoop, esas finísimas y rígidas en forma de aro (de ahí su nombre) que llevábamos tintineando en nuestra muñeca por decenas y de todos los colores, se presentan ahora mucho más sobrias y recatadas, dejando atrás su arcoiris característico en pro del dorado, el plateado o, como mucho, algún esmalte discreto. Siguen siendo reconocibles —su sonido al chocar entre sí, su brillo al moverse la muñeca…— pero han pasado por un proceso de depuración que les permite encajar en los joyeros de 2025 sin perder su esencia pop.
Pero lo curioso de todo esto es que no es solo una cuestión de forma, porque también ha cambiado el contexto en el que las llevamos. Ya no son el toque de color a un tank top de lycra y unos pantalones pirata de tiro bajísimo; ahora se combinan con camisas blancas impolutas, sastrería impecable y vestidos minimalistas. Como siempre, solo era cuestión de tiempo.
Dónde comprar pulseras hula-hoop:
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