Los contactos entre Iberia, la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de la capital se han intensificado en las últimas semanas con avances en la fase de tramitación del que será uno de los proyectos industriales más destacados de los últimos años en Madrid, la Ciudad Iberia. La aerolínea del grupo IAG prevé una inversión de 600 millones en la remodelación de su parque de mantenimiento de aviones de La Muñoza, junto al aeropuerto de Barajas, y el traslado de su sede corporativa hasta ese enclave. De cumplirse hitos relacionados con el informe constructivo y de impacto ambiental, la empresa espera iniciar las obras en un año, antes de la conclusión de 2026. Entre las distintas instalaciones, el nuevo edificio corporativo podría estar a punto entre 2027 y 2028.
Iberia quiere hacer de La Muñoza un centro de innovación aeronáutica a la vanguardia en Europa. Su desarrollo aparece como uno de los pilares de la estrategia Plan de Vuelo 2030, con la ampliación de las actuales instalaciones, donde presta servicios a aviones de las distintas marcas de IAG y a un centenar de terceros clientes. El desarrollo es ajeno al plan logístico que Aena ha diseñado para el aeropuerto de Madrid-Barajas, pero Iberia tiene la intención de coordinar su ejecución con el gestor aeroportuario. De hecho, va a aprovechar la inercia que tendrá la infraestructura madrileña tras su ampliación de capacidad, con un presupuesto de 2.400 millones, para poner en valor los más de 1,7 millones de metros cuadrados cuadrados que tiene en La Muñoza, adquiridos por Iberia en los años 70.
El consejero delegado de IAG, Luis Gallego, ha señalado en una entrevista concedida a este periódico que no se esperan escollos administrativos: “Estamos trabajando bien con la Administración y no creo que haya problemas. La Ciudad Iberia irá adelante como un polo industrial que representa una oportunidad para Madrid. Estamos coordinados con Comunidad de Madrid y Ayuntamiento, también con Aena”. El primer ejecutivo del grupo de aerolíneas apunta que “los planes de crecimiento para el aeropuerto de Madrid son clave para que el nuestro tenga todo el sentido”.
La Muñoza es uno de los centros de referencia para el mantenimiento aeronáutico en el sur de Europa, con especialización en los cuidados a aviones de fuselaje estrecho. Solo el taller de motores, en el que trabajan cerca de 700 personas, se asienta sobre una superficie de 25.000 metros cuadrados, donde se incluye un banco de pruebas. En su techo se instaló una planta solar para el autoconsumo con capacidad para generar 80 millones de kilovatios hora, el equivalente al consumo de 800 hogares. Entre los cuatro hangares activos en La Muñoza, con un total de 220.000 metros cuadrados, el H6 llegó a ser el espacio diáfano sin pilares más grande de Europa. En él tienen cabida diez aviones para su mantenimiento de forma simultánea.
Oportunidad de negocio
El personal de tierra de Iberia presta servicios de mantenimiento de motor y en línea, mantenimiento en base de avión, modificaciones de cabina, formación técnica y mantenimiento de componentes a escasos diez kilómetros de las pistas de Barajas. Antes de la pandemia, el grupo IAG se planteó convertir La Muñoza en el gran centro para la conservación de su medio millar de aviones, lo que alimentaría el negocio de Iberia y permitiría ahorros para el holding. La crisis sanitaria hizo que se aparcara un análisis que se recupera en estos momentos.
El consejero delegado Luis Gallego avanza que vuelve a haber oportunidades para Madrid: “Lo que estudiamos en su momento es si tenía sentido tener centros especializados, y ese análisis lo paramos durante el Covid y lo estamos retomando ahora. En la medida que tenga sentido invertir en Madrid para el mantenimiento propio y para terceros, podría ser una oportunidad”.
Cada una de las aerolíneas de IAG (Iberia, British Airways, Vueling, Aer Lingus y Level) “tiene un modelo de mantenimiento distinto. Iberia, por ejemplo, presta mantenimiento de línea, heavy, de componentes y motores. Pero Vueling prácticamente no tiene nada de mantenimiento propio”, argumenta Gallego. De hecho, Iberia reforzó sus servicios de mantenimiento mayor en Barcelona para atender a la low cost catalana, y aproximadamente un tercio de las labores de Iberia Mantenimiento relacionadas con motores parten de encargos de IAG.
La búsqueda de mayores sinergias en mantenimiento, revisión y reparación (MRO) dentro de IAG, como sucede en el caso de la compra de aviones o en los pedidos a proveedores, fue un proyecto para el que Luis Gallego puso a competir a Iberia en 2015, cuando la presidía. Diez años después, la labor de los hangares españoles es clave para IAG, pero Iberia no tiene el papel de proveedor exclusivo.
El de la conservación de los aviones es uno de los costes más pesados para una aerolínea, junto al del combustible, el laboral y las tasas. El mantenimiento en línea se lleva a cabo antes de cada despegue, el pesado (revisiones hasta el nivel máximo, Check D) se realiza cada seis años. Aparte figuran el mantenimiento de componentes y motores, las operaciones de repintado o los servicios técnicos y de ingeniería.
Por La Muñoza pasaron el año pasado 205 motores (+15% respecto a 2023); se realizaron 1280 revisiones de mantenimiento pesado, y se supervisaron 28.000 componentes de avión. Entre las nuevas capacidades sumadas el año pasado destacan las del mantenimiento de las ruedas y frenos del nuevo modelo A321XLR, aparato de Airbus que Iberia estrenó en noviembre del año pasado como lanzadora mundial.