En relación con los juegos de estrategia segura, a los que aludíamos la semana pasada al hablar del Nim, Jesús Catalán plantea la siguiente pregunta:
“Mencionas las damas; sabiendo que son menos fichas y más limitados sus movimientos, ¿es un juego de estrategia segura?”.
Pues sí, al menos para la variante de 12 fichas por bando, se demostró en 2007 que si ambos jugadores siguen en cada momento la estrategia óptima, la partida termina necesariamente en tablas. Para la variante de 20 fichas por bando, que permite un número de combinaciones muchísimo mayor, no está demostrado (que yo sepa), aunque, por extrapolación, algunos dan por supuesto que la “partida perfecta” también terminará en tablas.
En cuanto al problema de antichess, podría parecer que si el peón negro se convierte en dama al coronar, luego podrá ponerse fácilmente a tiro de alguna pieza blanca para forzar su captura (ya que en esta modalidad es obligatorio comer siempre que se pueda); pero, como señala Salva Fuster:
“En el problema propuesto, promocionar a una dama o a una torre sería un error, pues las jugadas de las piezas blancas podrían ser las siguientes:
Dg6
a4
a5
c4
c5
h5
Y si las piezas negras promocionan a un alfil, tampoco podrían ganar, pues las blancas podrían conseguir promocionar su peón a6 a un alfil de casilla blanca. Yo diría que si las negras promocionan a un rey, las blancas pierden”.
Efectivamente, esa es la promoción que da la victoria a las negras, que es la que únicamente es posible en la variante pierde-gana, es decir, la conversión del peón coronado (nunca mejor dicho) en rey.
Ahora juegan las blancas y las negras ganan (es decir, obligan a las blancas a comer al rey) en 17 jugadas. ¿Puedes reconstruir este interesante final? Por cierto, la posición está tomada de una partida real de antichess en la variante “solo peones”, en la que, como su nombre indica, al comienzo de la partida se retiran del tablero todas las piezas menos los peones.
El ajedrez de Dunsany
El antichess es una de las variantes del ajedrez que puedes encontrar en la web Lichess, junto al ajedrez atómico, el ajedrez aleatorio de Fischer (en el que la posición inicial de las piezas se determina por sorteo en cada partida) o el Horda, que es una variante del ajedrez de Dunsany.
Lord Dunsany, además de escribir fascinantes relatos de fantasía y terror (Lovecraft lo consideraba su maestro y Borges lo admiraba), inventó una variante asimétrica del ajedrez en la que una “horda” de 32 peones (de ahí el nombre con el que también se conoce esta modalidad) se enfrenta a las 16 piezas convencionales. La horda gana dando jaque mate al rey, y el bando convencional gana capturando todos los peones contrarios antes de que se agoten sus posibilidades de movimiento. En el caso de que el jugador de la horda no pueda mover porque todos sus peones están inmovilizados, la partida se considera tablas.
Hay una variante con las casillas de dama y rey de la horda vacías y un par de peones encabezando la formación desde las casillas centrales de la quinta fila (esta es la variante más común en Lichess y la que más específicamente se denomina Horda), y otra con 36 peones en vez de 32.
Y puestos a recargar el tablero con piezas excesivas, he aquí un curioso problema en el que las blancas tienen que dar jaque mate al solitario rey negro en un tablero atestado de alfiles blancos, todos sobre casilla negra. ¿Crees que es posible?
