El sacerdote Emilio Montes, párroco de Valdepeñas (Ciudad Real, 30.600 habitantes) y conocido en redes sociales por sus homilías directas y, en ocasiones, polémicas, denunció en la misa del domingo los abusos que sufren los trabajadores del campo e hizo un llamamiento a que “nadie debe aprovecharse del débil”. Las palabras de Montes han sido muy compartidas en redes sociales en las últimas horas, donde han generado un debate sobre las condiciones laborales de los temporeros..
Montes aseguró durante su homilía dominical que aunque en Valdepeñas la situación es “menos grave”, hay municipios de la zona donde los temporeros sufren abusos laborales por las extensas horas de trabajo y los bajos salarios que perciben. El sacerdote pidió a los fieles que deben tomar conciencia: “Si el jornal son ocho horas, son ocho horas, no son 12. Y si son 12, se pagan las horas extra”, indicó desde el altar el domingo, días antes de que comience la vendimia en esta zona, que es una de las mayores productoras de vino del país.
“No me aprovecharé de ti, ni siquiera en las horas”, insistía el sacerdote, que recalcó que la precariedad económica de estos trabajadores no puede justificar una retribución injusta. El cura enumeró tres principios básicos que, en su opinión, deben guiar el trato a los temporeros, y que son salarios justos, viviendas dignas y derechos laborales garantizados: “Si tengo que darte vivienda, te la daré en un sitio donde yo también pueda vivir. No digo el Hotel Hilton, pero tampoco un sitio donde no viviría ni yo ni mis hijos”, señaló el párroco, que recordó que los trabajadores del campo “son personas, y merecen su dignidad”.
También se refirió a la necesidad de que los temporeros sean dados de alta en la Seguridad Social: “Se les da de alta y se hace que esas personas tengan sus derechos sociales. Si no lo tenemos claro, aunque luego nos demos golpes de pecho, Dios no lo olvida, porque es aprovecharse del más débil”. Montes pidió a sus feligreses que, si conocen casos de abuso, no lo toleren ni lo justifiquen: “Se te tenía que caer la cara de vergüenza. Nadie debe aprovecharse del débil, y esto debemos tenerlo claro, no solo por ser cristianos, sino por dignidad”, advirtió.