El Leganés, que asaltó Montjuic y el Metropolitano, también sacó tajada en San Mamés, en un partido que controló el Athletic, pero descontrolaron los madrileños, sobre todo tras la aparición de Munir en los minutos finales. No les dio para ganar, pero sí al menos para llevarse un punto, magnífico para sus aspiraciones. El equipo de Valverde lo intentó por lo civil y por lo militar, por lo privado y por lo público, pero se estrelló contra el muro del Leganés y contra las propias imprecisiones en un área en la que había que hilar muy fino ante un bosque de piernas.
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Unai Simón, Yeray Álvarez, Adama Boiro (Yuri Berchiche, min. 45), Andoni Gorosabel (Óscar De Marcos, min. 59), Dani Vivian, Nico Williams, Alex Berenguer (Oihan Sancet, min. 72), Mikel Vesga (Nico Serrano, min. 81), Mikel Jauregizar (Unai Gómez, min. 60), Iñaki Williams y Gorka Guruzeta
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Marko Dmitrovic, Matija Nastasic, Valentin Rosier, Juan Cruz, Adrià Alti, Sergio González, Seydouba Cissé, Darko Brasanac (Julián Chicco, min. 81), Yvan Neyou, Miguel de la Fuente (Munir El Haddadi, min. 81) y Dani Raba (Óscar Rodríguez, min. 75)
Arbitro Alejandro José Hernández Hernández
Tarjetas amarillas
Mikel Jauregizar (min. 20), Adrià Altimira (min. 27)
El Leganés convirtió su área en una trinchera durante la primera parte. Con dos líneas muy juntas, esperó al Athletic, y si al principio salió alegre cuando tenía la pelota en los pies, después desistió ante el peligro de los robos rojiblancos en medio campo. Percutían una y otra vez los Williams contra los laterales madrileños, sacando centros en busca del juego aéreo, pero con ventaja casi siempre para los centrales, aunque el peligro podía venir de cualquier acción, como en un córner que puso Nico a media altura y Vivian empalmó fuerte y raso, cerca del palo, o en un centro de Yeray que Guruzeta remató de cabeza, demasiado más alto de lo que esperaba.
El Leganés quería exprimir la paciencia de los bilbaínos, pero los hombres de Valverde no cayeron en la trampa y adoptaron una actitud zen, con templanza a la hora de atacar el área rival, y prudencia para evitar los contragolpes madrileños, así que con una buena organización en ambos bandos fue difícil provocar los errores contrarios, claro que el Athletic producía más y las ocasiones, escasas, caían de su lado. La última, antes de enfilar hacia los vestuarios, en un remate de cabeza de Berenguer desde muy cerca, que le salió centrado y Dmitrovic rechazó con apuros.
Se abrió más en Leganés en los comienzos del segundo parcial, y durante algunos minutos hubo intercambio de golpes. Primero Vivian salvó sobre la línea de gol, después de la mala cesión de Yuri a Unai Simón en el primer minuto; luego Berenguer se resbaló cuando armaba la pierna para fusilar a Dmitrovic. Casi sin tiempo al respiro, De la Fuente remató de cabeza al palo, un balón de Unai desvió con la punta de los dedos y a continuación, Vesga cabeceó desviado un córner en buena posición.
Se fue calmando la tremolina, y el Leganés, intuyendo el peligro, regresó a sus cuarteles de invierno, aunque tuvo que correr hacia atrás en un contragolpe rojiblanco mal resuelto de seis para cuatro. En los últimos minutos llegó el acoso total a la portería de Dmitrovic, aunque el equipo visitante pudo marcar en una doble acción, primero en un remate al palo y en la continuación, obligando a Unai Simón a salvar a su equipo.
El Athletic asedió la portería rival en los últimos minutos, con Sancet de vuelta en el campo, pero le faltó finura en los metros decisivos.
